Por Jorge Luis Ubertalli
Tremenda alharaca hicieron los norteamericanos cuando se enteraron de que China habìa botado su primer portaaviones, un antiguo navìo soviètico bautizado como “Vayag”, construido en 1985 y hoy remodelado, que servirà, según voceros del Ejèrcito Popular de Liberaciòn(EPL) de China para entrenamiento e investigación. “Preocupaciones” por la botadura del portaviones, que luego de cinco dìas de maniobras entre las que se incluyen, según el diario “Global times”, aterrizaje de aviones de combate sobre la cubierta, y denuncias sobre la no “transparencia” de China, contrastando con la “transparencia de EE.UU y otros paìses” al respecto fueron vertidas en una Conferencia de Prensa por la flamante portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Victoria Nudland.
¿Para qué China necesita un elemento naval de ese tipo? inquieren los norteamericanos, quienes ademàs de contar con varios portaviones movibles que deambulan por el mundo poseen portaaviones “fijos” como Taiwàn, la Isla Ascensiòn, Haití, Israel y otros, compartidos con los britànicos, como las Islas Malvinas. ¿Que mueve a los chinos a botar su primer portaviones, en el marco de los 21 con los que cuentan EE.UU., Gran Bretaña, Francia, España, Italia, la India, Brasil, Tailandia y otros Estados.? ¿Constituye su botadura, como lo quieren hacer aparecer los yanquis, una recreación rearmamentìstica del coloso del Lejano Oriente?.
Veamos…
China es uno de los paìses del mundo que mas exporta mercancías con valor agregado e importa materias primas a fin de elaborarlos. Su desbalance comercial favorable con los EE.UU. se debe, según reporta China, a que exporta hacia allì màs de lo que importa. ¿Y porque?. Porque los EE.UU. han prohibido la venta a China de productos de alta tecnologìa como aviones y sus motores, sistemas de navegación, rayos làser, fibras òpticas, uranio y software.
Tambièn EE.UU. aplica, siempre según informaciones del país del lejano oriente, controles estrictos para la exportación hacia China de elementos de biotecnologìa, tecnologìa fotoelèctrica, materiales avanzados, armas y tecnologìa nuclear por “cuestiones de seguridad”, lo que hace que los chinos reduzcan importaciones desde EE.UU. y deban abastecerse de estos materiales en Europa y Japòn. A esta situación anòmala de intercambios comerciales, se suma el bloqueo por parte de EE.UU. a China en cuanto a inversiones en empresas de alta tecnologìa y emprendimientos mineros. China, ademàs, importa de Amèrica Latina pacífica y atlántica, materias primas, incluida energìa, para acelerar su motor econòmico. Y lo hace por via marìtima.
Los canales interoceánicos
A la erecciòn de una tercera exclusa en el Canal de Panamà, que permitirà en pocos años a superpetroleros y portaviones unir ambos ocèanos sin necesidad de recurrir al Estrecho de Magallanes ubicado en la lejana Patagonia, se le suman en perspectiva la construcciòn de otros dos canales interoceànicos: uno en Colombia, de estructura ferroviaria, que serìa financiado por el Banco de Desarrollo de China a un costo de u$s 7.600 millones, y que serìa operado por el Grupo Ferroviario de China en una extensión de 220 kilòmetros con una capacidad de transporte de hasta 40 millones de toneladas de carga al año. Y otro en Nicaragua, que según algunas fuentes serìa financiado por Rusia y según otras, tal como plantea el presidente Daniel Ortega, por paìses latinoamericanos, tal cual como lo concibiera Augusto Calderòn Sandino en su Proyecto Boliviariano de 1929 para las 21 Repùblicas de Amèrica latina hecho público en plena guerra antiimperialista. Se habla además de un emprendimiento interoceànico en Mèxico, y en Venezuela, tambièn con asitencia china, que permitirà unificar criterios con Colombia en cuanto a una más fluida integración econòmica y comercial. En los años subsiguientes, entonces, se espera un mayor flujo mercantil marìtimo entre el Pacìfico y el Atlàntico y, fundamentalmente, de China, que recurre y recurrirà a paìses atlànticos para importar productos primarios y exportar secundarios en el marco de su mayor presencia mundial ante la crisis mundial capitalista, que se expresa en EE.UU. y Europa, bastiones emblemáticos de occidente.
Nicaragua, una muestra de lo que vendrà
Cuando el gobierno del presidente Daniel Ortega concibió en el 2008 la construcciòn de un canal interoceànico que cruzara por el Lago de Nicaragua y recabò la asistencia particular de Rusia para su erecciòn, comenzaron roces con Costa Rica que culminaron dos años mas tarde con la llegada a ese paìs de 7000 marines y barcos de guerra para “combatir el narcotràfico”. En consonancia, Costa Rica se opuso en octubre del 2010 al dragado del rio San Juan, por donde pasarìa el canal, argumentando una invasión militar nicaragüense a su territorio, que fuera denunciada por narcotraficantes huidos hacia ese país, además de la provocación de daños ecològicos. Sin embargo, la “Suiza centroamricana” ha dragado el rio Colorado, llevando hacia èl aguas del rio San Juan, además de contaminarlo con cianuro y desechos vertidos por la minera a cielo abierto del Proyecto Crucitas, emprendido por la compañía minera Placer Dome en Costa Rica, que tambièn y a travès de la Infinito Gold Co. explota cientos de hectáreas de bosques que alteran el ecosistema. El conflicto entre Costa Rica, cuyos gastos militares superan 5 veces a los de Nicaragua, y este ùltimo paìs, ha sido saldado hasta ahora por el Tribunal de La Haya, que conminò a ambos paìses a no enviar fuerzas militares a la zona de conflicto y permitiò a Nicaragua seguir dragando el rio San Juan, considerando que no estaba probado que la actividad provocara daños ambientales a sus vecinos ticos. Aunque los fallos del Tribunal de La Haya son inapelables y vinculantes, son pasibles de ser obviados por el derecho a veto de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. De esta forma los considerados amos del mundo pasan por sobre ellos cuando les place. En 1986, el citado Tribunal conminó a EE.UU. a abonar a Nicaragua la suma de 17 mil millones de dòlares por las pèrdidas en vidas y bienes que las actividades paramilitares y militares del paìs del Norte habìan provocado en la guerra desatada contra la Revoluciòn Popular Sandinista.
Nicaragua hasta hoy reclama el pago, que EE.UU. rehusò considerar.
Conociendo el paño con que lidia, China ha decidido botar su primer portaaviones, a fin de proteger a los buques que surquen las aguas de los mares en un futuro no muy lejano y en reproducción ampliada con respecto al hoy.
Es la lògica de los tiempos.
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