Por Jorge Luis Ubertalli
El 5 de julio, dos días antes que el gobierno israelí comenzara la operación genocida contra la franja de Gaza denominada “Margen Protector”, quien esto escribe sostuvo:
“La desesperación del Israel ultraderechista, expansionista y racista, con la ayuda de sus agentes norteamericanos y otros que le hacen el juego, amenaza con el exterminio al pueblo palestino y con la hecatombe al mundo…”
(“ Israel-Palestina, la desesperación escala la guerra de exterminio”, Telesur, 5 de julio del 2014).
En esa misma nota se homologaba la agresión contra Palestina con la que, en el mundo de las virtualidades, desataban los “fondos buitres” contra el Estado y pueblo argentino y que, si llegaba a consumarse, provocaría un terremoto en el andamiaje financiero internacional. “Palestina y Argentina, entre otros, son agredidas por los mismos actores”, se sostenía allí. Y se aclaraba: “”O se hace lo que queremos nosotros o se pudre todo, parecen decir los halcones sionistas”.
Y bien, parece que el plan se está llevando a cabo. Mas de 500 muertos, miles de heridos y cientos de miles de evacuados en Gaza constituyen hasta ahora el saldo de la agresión aérea, naval y terrestre de Israel a la franja, a la que está convirtiendo en un cementerio viviente con el argumento de combatir a Hamás.
Como siempre, haciendo caso omiso a los llamados de la ONU y el mundo todo para que cese la agresión, los sionistas continúan dinamitando y matando palestinos.
Hace pocas horas, el halcón Netanyahu desestimó una tregua humanitaria propuesta por el máximo representante de la ONU, Ban Ki Moon y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. La guerra de agresión continuará hasta borrar del mapa al pueblo de Gaza u…obligarlo a migrar, pero ¿hacia adonde?.
Casi al mismo tiempo en que Netanyahu y su corte racista y expansionista desechara el llamado a la tregua humanitaria, el juez Griesa, paniaguado del magnate ultraderechista norteamericano y prominente miembro del lobbie sionista yanqui que financia y apoya a la ultraderechista administración israelí actual, Paul Singer, capo del Elliott Found, “fondo buitre” que encabeza la agresión financiera contra el Estado argentino, decidía no dar tampoco tregua en su avanzada.
A la par que los halcones israelíes desechan la tregua y se aprestan para liquidar sin cortapisas a la población de Gaza, Griesa desecha el ofrecimiento argentino de negociar el pago de los bonos defaulteados adquiridos por Singer y sus compinches a precio vil, y amenaza con embargar los bienes que el Estado argentino tiene en los EE.UU., incluída la petrolera YPF, cuyo 51% accionario está en manos del Estado.
No hay tregua que valga para la agresión ultraderechista de los que desgobiernan Israel, manipulan a su pueblo y encarcelan y/o reprimen a los que no están de acuerdo con la barbarie demencial que están llevando a cabo contra Gaza. Y tampoco para sus compinches norteamericanos, verdaderos dueños de la “justicia” y otras sacrosantas instituciones de la “democracia”, que apuestan a pudrirla aquí y, como carambola, en todo el mundo de las finanzas globales.
Ahora es Egipto y todo el Oriente Medio
Si bien la pieza iraní cayó en el juego perverso del régimen sionista (ver Israel-Palestina…, del autor), otra ha tomado su lugar.
Es Egipto…e Irak, donde un califato auspiciado por israelíes, norteamericanos y británicos no solo amenaza con fracturar todos los países del Oriente Medio sino que intenta apropiarse de los recursos naturales de la región.
La cuestión de Egipto está a la orden del día. Cuando en junio del pasado año el otrora presidente egipcio Murzi y los Hermanos Musulmanes, apoyados por Turquía y Qatar, entre otros, auspiciaron una intervención extranjera (EEUU y OTAN) en Siria, a la par que rompían relaciones con Al Assad, los militares egipcios tomaron el poder.
Previendo lo que ocurriría en su país si los “fundamentalistas islámicos” de Al Nusra (Al Qaeda), los Hermanos Musulmanes y otros repetían lo de Siria, desplazaron a Murzi, llamaron luego a elecciones y el nuevo presidente, general Al Sisi, rehízo la relación política, económica y militar con Rusia, antigua aliada de Egipto y Siria desde los tiempos de la URSS y del coronel Gamal Abdel Nasser.
La nueva situación geopolítica desplazó a los EE.UU. de su control sobre Egipto, instaurado hacía añares. Egipto se acercó a Rusia, hubo intercambio de visitas, y en febrero de este año cerró con Rusia una compra de aviones Mig-29 y helicópteros M-35 por un valor que oscila entre los 2 mil y los 3 mil millones de dólares.
Además de ser apoyado por el presidente Putin, Al Sisi se comprometió a llevar a cabo ejercicios militares antiterroristas conjuntos con Rusia, sostuvo en mayo de este año que se acercaría al BRICS, sobre todo Rusia y China, y desechó todo acercamiento con los “fundamentalistas islámicos”, cerrando el paso de Rafah con Gaza, gobernada por Hamás, que en su momento apoyó a los Hermanos Musulmanes y a Al Nusra en el conflicto contra los “laicos” sirios y egipcios. Así las cosas, Egipto es hoy la pieza agredida indirectamente por Israel, a cuenta de EE.UU., que a su vez, y aunque Kerry critique las atrocidades de Gaza fuera de cámara, apoya al gobierno sionista en su genocidio palestino.
El exterminio de la población de Gaza forma parte de un plan, que tiene otra pata: obligar a miles de palestinos de la franja a refugiarse en Egipto (uno de los puntos que Hamás sostuvo para negociar una tregua con Israel fue el de que se abriera el paso de Rafah) lo que llevaría a Egipto a una crisis, ya que no solo debería albergar a miles de refugiados palestinos sino que agregaría el ingrediente de la infiltración “fundamentalista” en su territorio desde Gaza, lo que traería aparejada una desestabilización del país y, obviamente, del gobierno de Al Sisi, hoy aliado de Rusia en la región.
Israel entonces juega a dos objetivos:- liquidar al pueblo palestino en Gaza, con el argumento de combatir a Hamás;- obligar a los refugiados a entrar en Egipto, lo que aparejaría lo dicho más arriba, beneficiando a los EE.UU., que han perdido influencia en el país norafricano.
El sionismo ultraderechista ejercido por la camarilla gobernante en Israel no quiere dar tregua. Sigue agrediendo y desinformando al mundo y al propio pueblo israelí de cuales son sus fines, con el apoyo del imperialismo yanqui, británico y sus aliados de buena o mala gana en estas bárbaras lides.
Nosotros, los antiimperialistas y anticolonialistas de hoy y de siempre, tampoco daremos tregua en cuanto a nuestro apoyo al pueblo Palestino y desenmascararemos con nuestras armas de la información y el análisis lo que se esconde detrás del escenario mundial del imperialismo capitalista, que ya no maneja ni las tablas ni los hilos del mundo a su antojo.