En estos caminos electrónicos viaja la rebeldía
que sueña y sueña ...
Y cuando el sueño es de muchos y se sueña juntos... es REALIDAD.
fragmento: declaración de principios de ALIA*

domingo, agosto 23, 2009

TRELEW – Argentina: * La Historia los Condena ¿y nosotros? *

* La Historia los Condena ¿y nosotros? *
1972 – 22 de agosto – 2009
TRELEW – Argentina
envío de R.H.V.
Hoy es el día después. Si, un día mas después de otro 22 de agosto.
¿Encontraré alguien que mencione a los caídos en esa fecha del año 1972, cuando me cruce con la gente, con los amigos, en la calle, en el bar o en la cancha de futbol?
¿Hasta donde llega la capacidad del ser humano para olvidar?
Porque esta fecha que pasó no es una cualquiera. El asesinato de los compañeros en Trelew fue el primer mensaje público, descarado y atroz que El Sistema a través de su brazo militar, Las Fuerzas Armadas, le hizo llegar al pueblo.
Luego vino todo lo demás, podemos llenar cientos de páginas con lo
que pasó, hasta hoy, en Argentina y Latinoamérica; podemos relatar atrocidades que se superan a sí mismas día tras día, hasta llegar a describir lo que sucede en Guantánamo en nombre de la Democracia y la “Civilización Occidental”.-
Podemos tratar de encontrar una bestia, un ser vivo en la naturaleza, capaz de igualar esa crueldad, sin encontrarlo por supuesto.-
Lo que no puede un militante, un intelectual comprometido, cualquier persona que haya “vivido” desde los años 60, 70, a la fecha, es comprender el olvido.
Debería ponerse en marcha el instinto de conservación natural de la especie, que hace que el ser humano pelee por la vida, desde su individualidad primero, para luego encontrar entre sus pares, “los compañeros”, y lograr así que esa lucha se transforme en La Lucha del Pueblo.-
Si no recorremos nuevamente ese camino, la historia se repetirá corregida y aumentada de la mano del enemigo.-
Roberto H. Varela
Director

Para Recordar
Fuentes: Propias, /www.elhistoriador.com.ar, winipedia, www.elortiba.org, diario Página 12



(Winipedia) El 15 de agosto de 1972, en la postrimería del gobierno dictatorial del General Alejandro Agustín Lanusse, veinticinco presos políticos pertenecientes al PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo); las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) y Montoneros, se fugaron del penal de Rawson en la provincia de Chubut.
Seis de ellos lograron llegar al Chile de Salvador Allende.
Diecinueve no alcanzaron a subir al avión.
Se entregaron luego de acordar públicamente garantías para su integridad física.
El 22 de agosto los diecinueve prisioneros fueron fusilados a mansalva con ráfagas de ametralladoras en la base naval Almirante Zar. Como antes había sucedido en la masacre de José León Suárez, algunos sobrevivieron para contar la historia, para mantener viva la memoria, para no olvidar, ni perdonar.

(Testimonios extraídos del libro Lo pasado pensado, de Felipe Pigna, editorial Planeta, 20058)
El 15 de agosto de 1972 miembros de las organizaciones guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y Montoneros intentaron concretar una fuga masiva de la cárcel de Rawson, donde se encontraban recluidos.
Durante la huida murió un guardiacárcel. Seis jefes guerrilleros –Mario Roberto Santucho, del PRT, Marcos Osatinsky, de las FAR, Fernando Vaca Narvaja, Roberto Quieto, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna- lograron subirse a un avión secuestrado y refugiarse en Chile, desde donde partirían más tarde hacia Cuba.
Sin embargo, el objetivo perseguido -la fuga masiva de más de un centenar de personas- no logró alcanzarse.
“Se formaron distintos grupos: un primer grupo de seis, que se fuga, un segundo grupo de 19, que es el que queda en el aeropuerto, y un tercer grupo de 110, que no alcanzó a fugarse”, señala el ex jefe montonero Fernando Vaca Narvaja, uno de los protagonistas de la fuga del penal de Rawson.
Las 19 personas a las que alude el líder montonero no llegaron al aeropuerto a tiempo para subir al avión y se rindieron el 16 de agosto ante los efectivos militares, solicitando garantías públicas por sus vidas en presencia de periodistas y autoridades judiciales.
El capitán de corbeta Luis Emilio Sosa los condujo a hacia la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew.
“Lanusse sacó de jurisdicción al penal de Rawson y al Aeropuerto de Trelew y decretó el estado de sitio en el momento en que se estaba negociando. De esta forma, la máxima autoridad ya no era el juez civil sino el jefe militar de la base.
Entonces, en vez de reintegrarlos al penal, se los trasladó a la base militar Almirante Zar y en la madrugada del 22 se da esta salvajada del fusilamiento. Los responsables directos fueron los capitanes Sosa y Bravo y parte del cuerpo de suboficiales de la Marina”, sostiene Fernando Vaca Narvaja.
En la madrugada del 22 de agosto los detenidos fueron instados a salir de sus celdas formando dos hileras. En ese momento, los militares dispararon sus ametralladoras y mataron a dieciséis de los diecinueve detenidos.
De acuerdo con la versión oficial, uno de ellos, Mariano Pujadas, había intentado arrebatarle la pistola a Sosa en un nuevo intento de levantamiento. Sin embargo, los tres sobrevivientes de la masacre, María Berger, Carlos Alberto Camps y Ricardo René Haidar, gravemente heridos, aportaron sus denuncias y testimonios sobre el fusilamiento.
La versión de la Marina
“Los hechos ocurridos (en Trelew) han despertado dos actitudes en la gente que nos rodea. Unos pretenden acusar a la Armada de haber provocado una masacre intencional.
Los otros, ante el hecho consumado, lo justifican y hasta lo aplauden, dada la peligrosidad de los presos. Ni unos ni otros tienen razón.
La Armada no asesina. No lo hizo, no lo hará nunca.
Se hizo lo que se tenía que hacer. No hay que disculparse porque no hay culpa. No caben los complejos que otros tratan de crear. La muerte de seres humanos es siempre una desgracia.
Estos muertos (alude a los sediciosos) valen menos, en el orden humano, que el guardia cárcel Valenzuela (muerto el 15 de agosto en el operativo de fuga de la conducción guerrillera), que los humildes argentinos del orden público muertos en servicio.”
(Declaraciones de Horacio Mayorga, jefe de la Aviación Naval –uno de los responsables de la represión en el campo de concentración que funcionó en la ESMA-, en La Prensa, 6 de septiembre de 1972).

Próxima entrega:
  • La "Vida" después Trelew - 35 Años de lucha por la Justicia Por Alicia L. de Bonet-Krueger
  • Los caídos el 22 de agosto de 1972
  • Los sobrevivientes
  • Los militantes que participaron en el secuestro del avión
  • Represalias sufridas por los familiares de algunos de los asesinados en la Base Almirante Zar
  • Destino de algunos de los abogados de los presos políticos del penal de Rawson que llevaron adelante las acciones judiciales luego de la masacre
  • La causa judicial 35 años después [Notas Página|12]
    Una tapa que esperó 35 años (12/02/08)
    Roberto Bravo, el fusilador prófugo (19/02/08)
    "Los fusiladores estaban ahí" (21/02/08)
    "Con alevosía" (11/03/08)
  • Alicia Bonet: Carta abierta a los responsables de la Masacre de Trelew (12/03/08)

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