Orlando Barone
Estimado Evo Morales:
preguntaste preguntándote, que pasaría en la Argentina si volviese la derecha fascista y racista, y te contesto: no pasaría nada distinto de lo ya conocido cíclicamente. Y eso es lo grave precisamente Evo. Porque nuestra sociedad ha sufrido hondamente ambos males y prejuicios. Y si volviera la derecha- y está volviendo camouflada ahora en el artificioso arropo de su “emponchado” amor por los pobres, - no haría más que confirmar un sedimento histórico que la Argentina contiene.
Porque el fascismo y el racismo, Evo Morales, no son aquí tan transparentes y francos- tan digámoslo desvergonzados- como allá en tu patria lo son esos heraldos glotones de Santa cruz de la Sierra. Esos empeñados en condenar a los bolivianos originarios a su papel de dominados perpetuos. Sabrás que aquí muchos de nosotros les decimos “bolitas” desdeñosamente. Incluso les dicen así, quienes si fueran bolivianos serían “bolitas”, pero que por aquel sedimento que te dije se presumen distintos. Sabrás- si sabés- que a quienes abrazaban el peronismo y tenían el pelo negro se les decía “cabecitas negras”. Ahora por la evolución cool del lenguaje los mutaron a “gronchos” y los echan como residuos en el tacho que llaman “clientelismo”. Es que hay- Evo- fascistas y rascistas blancos y negros y judíos y musulmanes. O también fascistas que ignoran que lo son pero se mienten que no lo son porque acarician a un perro de la calle o matean con el peón de campo o dicen “ empleada de la casa” en lugar de sirvienta y le pagan mal y en negro y si se embarazan la echan por el ascensor de servicio.
Te decía, Evo, que aquí la diferencia es que largas luchas populares han logrado convertir en “políticamente incorrecto” exhumar el fascismo y el racismo. Buena parte de culpa la tienen el peronismo no traidor, el radicalismo no gorila, y una cantidad considerable de desaparecidos sin juicio ni identificación que si fuera por los que vos sabés no habría que desenterrar. Por supuesto que hay muchos intelectuales y cronistas que todavía, aunque tengan auto propio, viajan en colectivo para sumarse, dicho esto metafóricamente. Aunque debo confesarte- algo desilusionado últimamente- que el bando que vos advertís como amenaza viene reclutando alianzas e increíblemente seduce hasta a una izquierda envuelta en la niebla sin señalización popular. Todo esto lo sabés Evo. Hoy – y no sé si es una suerte porque la hipocresía disfraza el sentimiento- cualquier reaccionario argentino se siente obligado a parecer republicano y democrático y bueno. Y tiene recursos para parecerlo: lo ayuda una prístina parte de la jerarquía de la Iglesia que arrastra también aquellos males que vos advertís en tu pregunta Evo, y cuenta también con el servicio voluntario y siempre listo de gran parte de una comunidad, que sin ser como la de Santa Cruz de la Sierra, ni como la Padania fascista del norte de Italia, se siente en un umbral superior para implantar el orden social, el económico y el político.
Y no me hagas hablar de los grandes medios Evo. No sería justo porque soy parte y no podría tirar la primera piedra. Pero cuánto fascismo y racismo hay en la forma compasiva y forzadamente misericordiosa con que demagógica y sinuosamente se trata mediáticamente a la pobreza y a los pobres. Sería mejor que no los trataran nada para no herirlos ni herirse la boca al nombrarlos. Evo a tu pregunta: “¿Qué va a pasar en la Argentina si volviera la derecha fascista y racista?”, te respondo: nada. Nada que no se sepa. Si vuelve, será que nosotros somos eso que vuelve."
preguntaste preguntándote, que pasaría en la Argentina si volviese la derecha fascista y racista, y te contesto: no pasaría nada distinto de lo ya conocido cíclicamente. Y eso es lo grave precisamente Evo. Porque nuestra sociedad ha sufrido hondamente ambos males y prejuicios. Y si volviera la derecha- y está volviendo camouflada ahora en el artificioso arropo de su “emponchado” amor por los pobres, - no haría más que confirmar un sedimento histórico que la Argentina contiene.
Porque el fascismo y el racismo, Evo Morales, no son aquí tan transparentes y francos- tan digámoslo desvergonzados- como allá en tu patria lo son esos heraldos glotones de Santa cruz de la Sierra. Esos empeñados en condenar a los bolivianos originarios a su papel de dominados perpetuos. Sabrás que aquí muchos de nosotros les decimos “bolitas” desdeñosamente. Incluso les dicen así, quienes si fueran bolivianos serían “bolitas”, pero que por aquel sedimento que te dije se presumen distintos. Sabrás- si sabés- que a quienes abrazaban el peronismo y tenían el pelo negro se les decía “cabecitas negras”. Ahora por la evolución cool del lenguaje los mutaron a “gronchos” y los echan como residuos en el tacho que llaman “clientelismo”. Es que hay- Evo- fascistas y rascistas blancos y negros y judíos y musulmanes. O también fascistas que ignoran que lo son pero se mienten que no lo son porque acarician a un perro de la calle o matean con el peón de campo o dicen “ empleada de la casa” en lugar de sirvienta y le pagan mal y en negro y si se embarazan la echan por el ascensor de servicio.
Te decía, Evo, que aquí la diferencia es que largas luchas populares han logrado convertir en “políticamente incorrecto” exhumar el fascismo y el racismo. Buena parte de culpa la tienen el peronismo no traidor, el radicalismo no gorila, y una cantidad considerable de desaparecidos sin juicio ni identificación que si fuera por los que vos sabés no habría que desenterrar. Por supuesto que hay muchos intelectuales y cronistas que todavía, aunque tengan auto propio, viajan en colectivo para sumarse, dicho esto metafóricamente. Aunque debo confesarte- algo desilusionado últimamente- que el bando que vos advertís como amenaza viene reclutando alianzas e increíblemente seduce hasta a una izquierda envuelta en la niebla sin señalización popular. Todo esto lo sabés Evo. Hoy – y no sé si es una suerte porque la hipocresía disfraza el sentimiento- cualquier reaccionario argentino se siente obligado a parecer republicano y democrático y bueno. Y tiene recursos para parecerlo: lo ayuda una prístina parte de la jerarquía de la Iglesia que arrastra también aquellos males que vos advertís en tu pregunta Evo, y cuenta también con el servicio voluntario y siempre listo de gran parte de una comunidad, que sin ser como la de Santa Cruz de la Sierra, ni como la Padania fascista del norte de Italia, se siente en un umbral superior para implantar el orden social, el económico y el político.
Y no me hagas hablar de los grandes medios Evo. No sería justo porque soy parte y no podría tirar la primera piedra. Pero cuánto fascismo y racismo hay en la forma compasiva y forzadamente misericordiosa con que demagógica y sinuosamente se trata mediáticamente a la pobreza y a los pobres. Sería mejor que no los trataran nada para no herirlos ni herirse la boca al nombrarlos. Evo a tu pregunta: “¿Qué va a pasar en la Argentina si volviera la derecha fascista y racista?”, te respondo: nada. Nada que no se sepa. Si vuelve, será que nosotros somos eso que vuelve."
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