la importancia del stencil en la lucha social
(FOTO REPORTAJE)
Por: Tania Montiel Quiroz*
Fotos: Gustavo Aguado
Se dice que la arquitectura es el reflejo de la sociedad, ¿y quién no ha visto “pintas” por la clalles? en bardas, cocheras o incluso en edificios en el centro histórico; desde la típica “firma”, “bomba”, o bien “stenciles” -una vertiente del grafiti realizada con plantillas- con un fin que va más allá de hacer conocer un nombre de un barrio, grupo o el apodo de quien raya.
Al igual que el grafiti, el “stencil” es una forma de expresión al aire libre con pintura en aerosol, realizada en su mayoría de forma ilegal, -situación que le confiere emoción y adrenalina a quien lo practica-. Hoy en día, se aprecia que al stencil se le ha agregado un ingrediente principal: una idea gráficamente sintetizada en una figura, rostro, cuerpo u objeto que transmite un mensaje político incómodo, tal vez de descontento social, de inconformidad, de rechazo a las políticas económicas, desigualdad, etc…
En el stencil se percibe un hartazgo político-social, el artista plasma ilegalmente en los muros su pensamiento, tal vez su desesperación o impotencia, con la finalidad de crear un diálogo con el transeúnte, para hacerle llegar un mensaje de una forma gráfica y asimilable.
Su dificultad no es únicamente la selección de la frase y/o gráfico, o la realización y el corte de la plantilla, el transporte, colocación y aplicación del spray sobre el muro elegido o alguna otra situación que uno pueda enumerar; una de sus complicaciones, incluso tal vez la más decisiva en su realización, es precisamente la compra del material, que no es nada barato. Y es que no resulta accesible para aquellos jóvenes que difícilmente sobreviven con el salario que ofrece un empleo y que, por eso, su experiencia los ha llevado a expresar lo que en otros lados no pueden.
Si bien es cierto que el muro no asegura la supervivencia del stencil por periodos largos, el uso de internet y redes sociales prácticamente garantizan su permanencia con una foto o video, además que su difusión es rápida y eficaz.
Los jóvenes no callan, alzan la voz, buscan la forma de ser escuchados, exigen libertad de expresión, y saben bien que así como ellos, los muros tampoco callan, sino moldean a artistas callejeros que muestran su posición ideológica, clara y concisa. Y a pesar de que no son bien vistos, son una realidad innegable; aunque se trate de evitarlos o censurarlos, son hechos por jóvenes que encontrarán siempre la manera y los medios para poder expresarse, aunque el arte se convierta en riesgo para ellos, seguirán apareciendo en cualquier parte del mundo. México no es la excepción.
*En REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO creemos en la construccióncomunitaria de los medios. Por ello, fomentamos la participación de
nuestros usuarios para que, juntos, generemos y difundamos la información
de manera equitativa y plural. Este texto forma parte de ese esfuerzo.
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