En estos caminos electrónicos viaja la rebeldía
que sueña y sueña ...
Y cuando el sueño es de muchos y se sueña juntos... es REALIDAD.
fragmento: declaración de principios de ALIA*

lunes, marzo 04, 2013

4 DE MARZO DE 1811: MUERTE DEL POLÍTICO REVOLUCIONARIO Y ESTADISTA MARIANO MORENO EN ALTA MAR

por PROFESOR DANIEL ALBERTO CHIARENZA

Retrato de Mariano Moreno, según Juan de Dios Rivera.

Mariano Moreno no pudo evaluar los alcances de su política, pues no tuvo tiempo histórico para ello. La mayor parte de la junta lo apoyaba, pero la burguesía comercial porteña y las fuerzas reaccionarias del interior, cierran filas alrededor del conservadurismo saavedrista. Esa alianza social le será desfavorable en diciembre de 1810, momento en que sus hombres de confianza –Belgrano y Castelli- se hallaban frente a milicias a varios kilómetros de distancia. Sólo French, jefe del regimiento la Estrella, se encuentra cerca de Moreno. La incorporación de los diputados del interior –bajo la jefatura del Deán Funes-, al aliarse al saavedrismo y constituir la denominada Junta Grande, desaira gravemente a Moreno, pues le arrebataba en forma real la conducción política (a decir verdad, aunque no nos guste, la presidencia nominal la tenía Saavedra, por lo tanto éste la retomó, suponiendo que alguna vez la hubiera tenido). Saavedra comprende que es una forma elegante de sacarse de encima al molesto Secretario de la Junta. El mismo Moreno señala esta circunstancia en su renuncia del 18 de diciembre de 1810: “… decidida la pluralidad y sentado el concepto de un riesgo inminente contra la tranquilidad pública si no se acepta esta medida”, se aviene a ella y abandona su cargo. Sostuvo Saavedra [quien contaba con menos popularidad que Moreno, y ya era mucho decir]: “Conseguí lo que me propuse. El pueblo sensato elogió mi modo de obrar y ha mirado con execración a ese Demonio del Infierno”, escribiría Saavedra a Chiclana.

<<<<<< Cornelio Saavedra, presidente de la Junta desde el 25 de mayo de 1810 hasta el 6 de diciembre de 1810, cuando Moreno idea el Decreto se Supresión de Honores, poniendo en absoluta igualdad a los miembros de la Junta.
Pero, Moreno no tiene otra opción que dar un paso al costado para recomponer sus fuerzas. Parece intentarlo, apoyándose en los “chisperos” (French, Beruti, Donado). Aunque, poco después, acepta una gestión diplomática en Inglaterra y el 24 de enero de 1811, se hace a la mar en compañía de su hermano Manuel y Tomás Guido.
Historiadores respetables, sin tomar en cuenta lodocumentado por el propio hermano de Moreno -que fue en esto un testigo presencial- cuando Mariano comenzó a tener un fuerte dolor estomacal (que bien pudo haber sido una peritonitis) y dice “murió debido a una sobredosis de un medicamento administrado por el capitán del buque: cuando llegaron al gabinete de Moreno, el capitán sostuvo que le había suministrado cuatro gramos de un vomitivo de uso habitual en aquella época, elaborado con antimonio y tartarato de potasa […] Si Mariano hubiese sabido que se le daba tal cantidad de esa sustancia, sin duda no la hubiese tomado pues a la vista del estrago que le causó y revelado el hecho, él mismo llegó a decir que su constitución no admitía sino una cuarta parte de gramo y que por tanto, se reportaba muerto. Aún quedó en duda si fue mayor la cantidad de aquella droga u otra sustancia corrosiva, la que le administró, no habiendo las circunstancias permitido la autopsia cadavérica. A ello siguió una terrible convulsión, que apenas le dio tiempo para despedirse de su patria, de su familia y de sus amigos". Nos cuesta creer que Pigna u O´Donell estén tan seguros del asesinato, pero realmente nos sorprende que el mejor historiador del momento -nacional, popular y de izquierda- afirmé también como auténtica la versión del asesinato. Como si los ingleses hubiesen querido matar a Moreno: definitivamente NO.

En el Coliseo Podestá de La Plata  Pacho O’Donnell y Felipe Pigna presentaron  el libro “La otra historia”. Felicitaciones, señores historiadores>>>>>>>>>

Lo que tiene Moreno es, sí, un presentimiento, que lo lleva a decir “No sé qué cosa funesta se me anuncia en mi viaje”. Luego, ya en alta mar, le acomete fiebre y un malestar, ante lo cual Guido y su hermano Manuel solicitan al capitán que modifique el rumbo para atracar en costas de Brasil y hacerlo atender, pero el capitán se niega. Pocos días después, Moreno recibe un emético que le administra el capitán: una mezcla de antimonio y tártaro de potasa que en pequeñas dosis actúa como vomitivo, pero en dosis altas, resulta letal. Después de ingerirlo, sufre convulsiones y muere. Es el 4 de marzo de 1811. Semanas después, cuando llega la noticia a Buenos Aires, corre la versión de que ha sido envenenado y lo siguen repitiendo historiadores considerados informados documentalmente (¡ah! ¡Y premiados!)


1 comentario:

  1. Carlos peña7:50 a.m.

    Me parece muy importante, que sigan sacando y compartiendo estos personajes ocultos que tratan de Callar por sus posturas revolucionarias, no es el primero ni el ultimo. importante conocer esa historia no contada. CARLOS ALBERTO PEÑA MOYA PROFESOR DE CIENCIAS SOCIALES . carlosapenam@gmail.com

    ResponderBorrar

Los comentarios deberán se acompañados por el nombre y e-mail del autor.-