En estos caminos electrónicos viaja la rebeldía
que sueña y sueña ...
Y cuando el sueño es de muchos y se sueña juntos... es REALIDAD.
fragmento: declaración de principios de ALIA*

jueves, junio 17, 2010

TERRORISMO CORRECCIONAL DE ESTADO

Por Jorge Luis Ubertalli
El actual procesamiento de represores vinculados a la Unidad 9 (La Plata) del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) durante la última dictadura militar, pone sobre el tapete la homologación entre el sistema penitenciario y el "manicomio", por un lado, y la acción de los "formadores" de torturadores y asesinos, por otro, enmarcados en el cientificismo al servicio del escarnio, la manipulación y la sujeción a la servidumbre y esclavitud del "loco" individual y el "loco social" o "subversivo", que signó la etapa.

Alienismo y represión carcelaria
Según analistas, la represión ejercida sobre los detenidos políticos y secuestrados-desaparecidos durante la dictadura militar por numerarios del ex Servicio Correccional Bonaerense, hoy Servicio Penitenciario Bonaerense, se podría enmarcar en tres aspectos: - la homologación entre el Asilo, Hospicio o "manicomio" y el "chupadero" Campo Clandestino de Detención -CCD)/ Unidad Penitenciaria, en relación a que tanto una como otra institución se han erigido para corregir "conductas desviadas" por medio del aislamiento y coacción del individuo en el contexto de “máximo sojuzgamiento de la voluntad”.; - el bajo nivel cultural de los ingresantes al SCB/SPB, aún en el escalafón de oficiales, lo que los hacía moldeables en cuanto a aceptar sin cortapisas las orientaciones de la Repartición;- la formación "profesional" de estos represores para poder inducirlos a desarrollar sus actividades en un marco de legalidad institucional y "emocional" o psicológica, que a la par que buscaba hacerlos incólumes a las culpas inherentes a los tormentos que infligían a los "chupados" o internos intentaba blindarlos ideológicamente para no ser concientizados por detenidos políticos de alto nivel moral, intelectual e ideológico.

Varios de los ahora procesados por sus actividades represivas en la Unidad 9 de La Plata también operaron, según testigos, en el C.C.D. "La Cacha"- cercano a la Unidad 1 (Olmos)- verdadero centro de "Trabajos Prácticos" represivos y campo de experimentación y formación de torturadores y asesinos.
Héctor Raúl Acuña ( "El Oso" o "Don Negro"), Diego Pablo Cosso y el médico Luis Domingo Favole, entre otros, son algunos de aquellos que, además de ser acusados de formar parte de la patota de la U9, fueron detectados en "La Cacha", ejerciendo las mismas artes inquisitorias. Y muchos de ellos también participaron en la formación de represores del SPB a través de sus institutos de formación superior para oficiales jefes, cadetes y personal de baja graduación.
Así, entre otros, Abel David Dupuy, ex titular de la U9, hoy acusado de varios asesinatos, ejerció en la Escuela Superior Penitenciaria la cátedra de “Técnica Penitenciaria” y Jorge Alberto Elizondo, vinculado a Inteligencia de la repartición y a “La Cacha” dictó cátedra de “Etica profesional I y II” en la Escuela de Cadetes..
Personajes como Acuña y similares se desempeñaron, antes de ejercer tormentos a detenidos políticos, en la Unidad 10, ubicada en el Hospicio de Melchor Romero que, según fuentes confiables, fungió como CCD durante la dictadura militar.

La formación de subhombresSegún informó el sociólogo Daniel Feierstein ("Seis Estudios sobre genocidios"- Eudeba, páginas 19 y 20) citando una prueba a la que habían sido sometidos sujetos de distintas edades y extracciones, quienes debieron aplicar descargas eléctricas de 450 voltios a una persona cualquiera, se llegó a la conclusión de que "Solo la mediación de una autoridad universitaria (por cierto menos rígida que una militar) era capaz de producir en más del 60% de los sujetos la capacidad de torturar a un hombre desconocido que nada les había hecho y sobre el cual, en principio, no pesaba ninguna discriminación o prejuicio". De acuerdo con estas conclusiones, es posible comprender la función cumplida por instructores profesionales universitarios y / o similares en la formación del personal del SCB/SPB que debía escarnecer a detenidos políticos.
En relación con la preparación del plan represivo en el SPB, cabe destacar que:- el 30 de diciembre de 1976 se produjeron ascensos de numerarios que luego habrían de torturar y asesinar en "La Cacha" y la U9, entre otras, ;-se conminó a los jefes de Unidades y Dependencias de la Zona Capital (La Plata) a que incorporasen postulantes a guardias de Seguridad, mediante la presentación de formularios de antecedentes que la División Inteligencia de la fuerza se encargaría de evaluar en cuanto a sus características psicológicas y tendencias socio-políticas ;- que los aspirantes tuviesen el ciclo primario aprobado y el servicio militar cumplido, a fin de garantizar su socialización esencial y sujeción al orden establecido, consistente, en la cárcel y el chupadero, en “quebrar” al prisionero mediante la violencia y la privación para “restituirlo” a la vida normal o, en su defecto, liquidarlo.

A la par que se disponía lo anterior, se ordenaron distintos ciclos de estudios para el personal de la repartición, entre ellos el Curso Introductorio 1977 para aspirantes femeninos adjutores del escalafón Seguridad. A los pocos días de emitida esta directiva, se creó la División Detenidos Especiales (presos políticos), dependiente de la Dirección de Tratamiento de la institución carcelaria, a la par que se firmaron convenios entre el ministro de Gobierno provincial y el ministerio de Educación para formar suboficiales y guardias en la zona La Plata, y oficiales, a fin de que obtuvieran un nivel medio de estudios "reconocido y habilitante".
Entre los que conformaron la Comisión para elaborar la currícula de los que debían instruirse, se contó al inspector general (S) Elbio Omar Cosso, hoy procesado por torturas y tormentos; su homólogo Héctor Omar Contini, entonces Director de Tratamiento, ámbito del cual dependía Detenidos Especiales; el prefecto Celso Edilberto Prudencio Fernández, sindicado por algunas fuentes como visitante de La Cacha y la psicóloga conductista- adjutor de Servicios Especiales- Haydee Firevicius de Noizelles, de larga actuación en el SCB/SPB, iniciada en tiempos del onganiato.

La formación "penitenciaria integral" de guardias y suboficiales se llevó a cabo en tres unidades emblemáticas: La Unidad 1( en cuyos predios funcionaba La Cacha); la Unidad 9 ( poblada de presos políticos) y la U10 (Melchor Romero), depósito de "desviados", de "locos" y, al mismo tiempo y según fuentes confiables, CCD. Inauguró en marzo de 1977 el curso la "Coordinadora General de la Repartición, Adjutor Psicóloga María Haydee Firevicius de Noizelles", la cual explicó el objetivo de los estudios. La siguieron, entre otros, el coronel (RE) Fernando Aníbal Guillén y el Inspector General (S) Elbio Omar Cosso, Jefe y Subjefe del Servicio Correccional respectivamente, y Monseñor Antonio Callejas y González, quien bendijo a las autoridades y a los cursantes.
La ciencia y el mito se conjugaron una vez más en la historia para formar a los burócratas de la sumisión y el dolor ajeno.

Poco mas tarde del magno evento, la Dirección de Tratamiento, de la cual dependía Detenidos Especiales y en la que revistaba la ubicua Firevicius de Noizelles- quien revistó desde el 26 de mayo hasta el 11 de noviembre de 1977 en el Departamento de Instrucción de la Dirección de Seguridad del SPB, de donde salían la mayoría de los escarnecedores de la psiquis y la carne ajena-efectuaba dos órdenes de compra: en una se requerían correas de tela; en la otra, electrodos.
Un año antes, desde el Cuartel General de la Dirección de Seguridad, ubicado en predios de la U1 (que contenía a La Cacha) se habían extendido órdenes de compra solicitando ataúdes.
El terrorismo correccional estaba en marcha.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los comentarios deberán se acompañados por el nombre y e-mail del autor.-