Un lobo que muge

Por Jorge Luis Ubertalli

No había terminado de darse la noticia del deceso del ex presidente Néstor Kirchner, cuando un lobo que muge, cual vaca sustentada por uniformados y pillos de viejo cuño que ahora brindan seguramente por la muerte del compañero, se animó a esbozar su “análisis” en el matutino archisabido: La Nación. 

Ese que no leen los culorotos clasemedieros siempre intentando diferenciarse de la chusma ni los hombres de bien que exhiben sin cortapisas su racismo de pacotilla y su antipueblo de utilería, porque aunque no lo quieran, son ellos mismos mirándose al espejo. 

No. La Nación es el vehículo informativo de las elites, el manual donde exhiben sus contraseñas, donde advierten, aún entre líneas, cuales son las tácticas de acción a seguir cuando hay que voltear a un gobierno, adular a un empresario multinacional, advertir a los iguales sobre la muerte de uno de los suyos, o indicar el camino de la fuga al exterior de sus malhabidos peculios en el momento oportuno. 

Allí, como decimos, un lobo mugió hoy. 

Rosendo Fraga, conspicuo menemista, abogado formado en la prístina Universidad Católica Argentina (UCA), profesor de la Escuela de Guerra, del Colegio Militar, de la Escuela de Defensa nacional y consultor, para no ser menos, de la Fundación “Domingo Cavallo y Cia” Mediterránea, de la Institución de Ejecutivos de la Argentina y de la Asociación de Banqueros, se animó a denostar al fallecido ex Presidente y aconsejar a la actual Primera Mandataria, su esposa Cristina Fernández, sobre lo que debería hacer una vez desprendida del lastre estilístico de su marido. 

“La falta de Kirchner deja la sensación política de que falta el presidente y es como si se planteara el interrogante de cómo va a actual el vicepresidente”- sostuvo sin tapujos la insolente y misógina vaca fragotera. 

“Ella ocupa ahora el centro de la escena”- continuó, refiriéndose a Cristina Fernández, quien, como Presidente desde el 2008 ha dado probadas muestras de integridad, inteligencia y don de mando. “Tiene la oportunidad de modificar, rectificar, corregir, cambiar” en relación con su despegue del recién fallecido, según el escriba. ¿Y que debería hacer, según el mugiente, Cristina Fernández, para lograr su certificado de buena conducta?

-tomar distancia de Hugo Moyano, que lidera la CGT y exige la cesión del 10% de las ganancias empresariales para los trabajadores, provocando con ello una baja en la tasa de plusvalía, un aumento del trabajo necesario( salario real de los laburantes) en detrimento del trabajo excedente (parte no pagada del trabajo de los obreros de la que se apropian sus patrones).

- remplazar a funcionarios cuestionados por los importadores de manufacturas a precios de dumping y exportadores de bienes primarios, que no quieren pagar retenciones a las exportaciones de soja y pretenden, si los dejan, producir a costos nacionales y vender, en el mercado interno, a precios internacionales.

- quebrarse ante las extorsiones de empresarios rurales, industriales y financistas, obispos golosos y ociosos, jueces al servicio de los ricos, legisladores a sueldo de empresarios, medios de información que hacen de la diatriba, la extorsión y la mentira su pan diario, (militares que pretenden ser exculpados por crímenes cometidos, aunque su escriba no lo diga aquí) y gobernadores disfrazados de populistas que, como el mismo fragotero, provienen de la misma materia menemista . 

 Si la Presidente no lo hace, advierte Fraga, exhibiendo una insolencia al cuadrado que enerva “ no le será fácil gobernar” (…) podría tener problemas de “gobernabilidad en el tramo final de (su) mandato”. ¿Que tal?.

El mimado de los uniformados, que comparte su cetro en la Fundación de Estudios para la Nueva Mayoría ( homólogo del partido que catapultó a Fujimori y a su esposa en el Perú devastado por el neoliberalismo y el militarismo y paramilitarismo en los 90) con, entre otros, el ex asistente de Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado de EE.UU. Arturo Valenzuela, con el “econonomista” libremercadista Miguel Angel Broda y con el “especialista” en defensa Ignacio Javier Osacar, oficial local vinculado a cursos de contrainsurgencia, inteligencia y contrainteligencia en la Escuela de las Américas del Canal de Panamá en los años 70, le advierte a la Presidente de los argentinos que si, una vez muerto su esposo y todavía caliente su cadáver, no hace lo que sus amigos quieren, podría terminar como Zelaya en Honduras o como casi sucede con Correa en Ecuador, a quien Fraga exhibe como autoritario, en tanto califica al intento de golpe de Estado reciente como un simple motín en un artículo publicado al respecto en su página web.

Pues bien. No creo en el capitalismo bueno, ni en los empresarios honestos, ni en los militares buenos o malos ni en los periodistas independientes. Creo en la lucha de clases, en la cual Fraga se halla situado, no precisamente a favor de la clase que produce la riqueza, sino de la que la usufructúa para provecho propio. 

Esa lucha de clases que puede también contener en el bando popular a integrantes del empresariado, militares, policías, periodistas o cualquier otro que se decida a tomar partido por la liberación nacional y social. 

Fraga, que siempre estuvo en el bando de los poderosos, irrespeta y ataca directa o indirectamente a Néstor y Cristina porque con algunas de sus actitudes políticas- muchas por cierto- han tocado y tocan intereses de aquellos que le mantienen el negocio a esta vaca que muge disfrazada de lobo. 

Discrepo, eso sí, con el compañero Néstor y la compañera Cristina, en cuanto a tratar de conciliar, en el marco de una armonía imposible, con los sectores que son expresión cruda del  capitalismo, ayer, hoy y siempre depredador. 

Ese que banca a estos fragoteros y opinadores de oficio que, siendo vacas arreadas por el color verde que no es precisamente el del pasto, se disfrazan de lobos aulladores. Y que en el marco del socialismo sólo serán ceniza de una historia maldita que no volverá a ser..

Vaya mi adiós al compañero Néstor Kirchner¡ Hasta la Victoria Siempre!. 

Mi sentido pésame a Cristina, que sabrá capear el temporal. Y mi aliento a mi pueblo, que me contiene en este momento de dolor, bronca y preparación para las luchas que se avecinan.