

Por Sandra Russo
La autoconvocatoria del 678 Facebook del viernes pasado se prestó a
muchas lecturas, aunque todavía no se hicieron tantas, dada la poca visibilidad mediática que tuvo. Una de las lecturas posibles es precisamente ésa: cómo un suceso invisibilizado por los grandes medios puede, no obstante, gravitar de otros modos novedosos en la circulación de mensajes de esta sociedad tan alterada.
Desde el viernes de la semana pasada a este viernes, más de 20.000 personas se sumaron al Facebook de 678. Hay inercia y ánimo suficiente como para llegar a los 100.000 antes del miércoles 24, cuando se autoconvocarán nuevamente, esta vez en apoyo a las Madres y Abuelas.
¿Qué vienen a decir esos hombres y mujeres de todas las edades y todo el país que mantienen activa esa red social las veinticuatro horas? ¿Qué se vislumbra allí, en esa sucesión interminable de mensajes de personas con acceso a Internet en casas y en cibers de ciudades y pueblos, qué dicen esos mensajes que entran uno tras otro, sin parar, llenando una página entera en menos de cinco minutos? ¿Qué los llevó primero a hacerse fans de un programa de televisión, que eso sería lo de menos, y después a pensar, como dijo un hombre en la marcha, “cómo pasamos de lo virtual a los átomos”?
El título de la sección del programa que dio origen al multitudinario grupo de Facebook se llama “Eliminando al intermediario”. En principio, puede leerse con claridad que ese colectivo que pobló la Plaza salteó, para constituirse en tal, a los “intermediarios” oficiales en materia informativa, que son los grandes medios. Contrariamente a las definiciones más divulgadas y pueriles en torno de “oposición” y “oficialismo” que circulan precisamente en esos medios monopólicos, en materia discursiva el “oficial” es el discurso hegemónico, y así ha sido siempre. La disrupción que produjo la pelea Gobierno-monopolios convirtió al discurso “oficial” mediático en “opositor” político. Que los grandes medios y la oposición aparecen como partes de un mismo gesto hoy en la Argentina lo prueban los miembros del grupo de Facebook: se plantan a la vez opositores contra los grandes medios y contra la oposición política.
La expresión “la mierda oficialista”, creada por Carlos Barragán en el contexto del programa 678, sintetiza esa voltereta discursiva: recoge el guante de mierda que le llueve como adjetivación permanente al Gobierno desde los grandes medios, y completa con “oficialista” su provocación: es la reivindicación de una identidad que excede lo político. Una remera para mujeres creada por alguien cuyo nick es Rita Pavone reza: “Todas somos yeguas”. No se trata apenas de la defensa de la Presidenta que ellas han votado, sino de los atributos femeninos que ella representa y que han sido defenestrados desde su asunción por otras mujeres, con la ayudita de decenas de artículos sobre la doble capa de rimmel, las uñas demasiado largas o el bótox. De la misma manera, la palabra “crispación”, con la que los grandes medios aturden atribuyéndole al Gobierno malos modales, fue dada vuelta y resignificada con el mismo tono en las banderas que proliferaban en la plaza: “Cris Pasión”.
Antes de la acción concreta que los llevó a ser miembros del grupo, antes de “registrarse” como “fans”, todos ellos ya habían salteado al intermediario, cada uno desde su propia subjetividad, para poder sostener un punto de vista político mal visto, mal enunciado, atacado hasta lo risible en los últimos tiempos.
Eso marca a su vez el techo de los grandes medios para manipular a la opinión pública: expresa un “hasta acá”, en torno de sectores de una amplia clase media con pensamiento crítico hacia la información que consume. El poder de los grandes medios no es todopoderoso ni impune, aunque primen los mecanismos de aserción y repetición en mucha gente que toma para sí y como propio el discurso mediático. Ahora, sobre todo desde el viernes pasado, los grandes medios saben que hay miles y miles de testigos de sus deformaciones, exageraciones, inexactitudes y falacias.
El monopolio no cubrió la marcha el viernes pasado, pero en el blog TNylagente el video más visto fue uno que subió un manifestante. Esto no tiene exactamente que ver con “defender a un gobierno”, aunque lógicamente los sectores más sensibles a las deformaciones mediáticas de la realidad son quienes apoyan el modelo económico y social que lleva adelante Cristina Fernández. Sería una torpeza leer solamente ese apoyo, cuando ese apoyo es potenciado y concretado junto con la conciencia de ser diariamente estafados en lo que genéricamente se denomina “información”.
En el grupo de Facebook, los miembros eliminan hasta al intermediario que les dio origen. No es un grupo celebratorio de un programa de televisión como los hay de otros, ya que si bien hay comentarios favorables a 6 7 8 y el programa actúa como vertebrador del grupo, los temas de discusión son otros. El tema sobre el que más giran los mensajes del 678 Facebook no es ese programa, sino las mentiras y las opiniones disfrazadas de “neutralidad informativa” que cada uno encuentra en su provincia, en su ciudad, o en su pueblo. El tema central del grupo es la falacia de la información monopólica.
Esta sociedad está efectivamente alterada en lo que a información se refiere. Gracias a fallos de jueces mendocinos y salteños que ampararon a los monopolios –en Mendoza, por la misma jueza que ya había fallado en contra de Canal 7 y a favor de Daniel Vila–, la aplicación de la ley de medios está suspendida. Mientras tanto, queda suspendido también el acceso a la información por parte de la ciudadanía, rehén de los monopolios, cuyo tratamiento tendencioso puede constatar diariamente cualquier persona, incluso siendo juez. ¿Los jueces no son acaso lectores, oyentes, televidentes? Las pruebas nunca estuvieron tan a la vista.
Por Jorge Luis Ubertalli
De esta forma cuestionó el presidente brasileño en su visita a Medio Oriente la erección del muro erigido por Israel para aislar a los palestinos de Cisjordania.
Iniciando la mediación de Brasil para lograr una paz justa entre Palestina e Israel en el marco de dos Estados, anunciando un próximo viaje a Irán para evitar el aislamiento de ese país del concierto mundial con la excusa del armamentismo nuclear y apoyando al gobierno revolucionario de Cuba en el difundido caso de los “disidentes” cubanos, Lula es atacado por los voceros del establishment mundial desde distintos ángulos.
Propiciador de UNASUR y el Consejo Sudamericano de Defensa, el presidente brasileño se ha convertido hoy – junto a Chavez- en el blanco preferido de los reaccionarios regionales y mundiales.
De Cancún a
Cuando finalizaba
Contando como antecedente la celebrada en diciembre del 2008 en Bahía, Brasil, donde se incorporó Cuba al Grupo de Rio y se elaboró un documento condenando el bloqueo de EE.UU. contra este país, en esta Cumbre se plantearon, entre otras cosas, la reforma del Banco Mundial y el FMI, la creación de vias de comunicación para hacer posible la integración física de los pueblos y el respeto a todos los Estados, y se acordó establecer estatutos y personería internacional para junio del 2011.
Cuando todavía resonaban los ecos de Cancún, el presidente Lula Da Silva se reunía en Cuba con Fidel y Raúl y acordaba un paquete crediticio al gobierno revolucionario de 1.000 millones de dólares para comprar alimentos, producir arroz y caña de azúcar, construir carreteras y modernizar el puerto de Mariel, ubicado a
Antipático a los sectores dominantes norteamericanos y sionistas, Lula se granjeó diatribas que brotaron desde la “prensa seria”. Uno de los motivos de ataque lo constituyó su negativa a involucrarse en los prolegómenos de la muerte del “disidente” cubano, considerado por el gobierno revolucionario como un lùmpen, Orlando Zapata Tamayo, luego de una huelga de hambre de 85 días. Fallecido al día siguiente de la llegada del presidente brasilero al país, su muerte fue tan exaltada como denigrada la actitud de Lula de no involucrarse con los contrarrevolucionarios cubanos.
Otros, anteriores a lo ocurrido en Cuba, se hallan vinculados a la política exterior brasileña.
Irán
El 23 de noviembre del pasado año, Lula da Silva recibió en Brasil al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejead y respaldó el programa nuclear de ese país “siempre y cuando tenga fines pacíficos”, afirmando que los iraníes tenían derecho a desarrollar estos planes “tanto como Brasil”.
Como contrapartida, el persa apoyó la candidatura de Brasil a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de
A mediados de febrero de este año, cuando recrudecieron las presiones a Lula para que estigmatizara a Irán en relación con su plan nuclear, el carioca respondió nuevamente con la negativa. Sostuvo que esa cuestión “ no estaba bien resuelta”, sugiriendo que EE.UU. había mentido sobre las presuntas armas de destrucción masiva que poseía Irak para justificar la invasión militar que terminó con la semidestrucción de ese país milenario y la ocupación que hoy continúa. Para aclarar más la cosa, el canciller brasileño, Celso Amorín, contradiciendo a los norteamericanos, fundamentalmente a
En esa oportunidad, Lula y su canciller defendieron a Venezuela y a su presidente Chávez, y recordaron como EE. UU. había neutralizado al brasileño Mauricio Bustani para que no expusiera sobre la inexistencia de armas químicas en Irak. La última embestida de Hillary Clinton para que Brasil participe en sanciones contra Irán en relación con su plan nuclear no tuvo éxito.
Luego de recalar en Argentina, donde declaró en una entrevista junto a la presidente Cristina Fernández que había hablado con ella sobre la “amenaza que representaba Irán al objetivo de la no proliferación nuclear”, aterrizó en Brasilia a principios de marzo. Una vez allí despotricó contra Chávez e Irán.
Lula respondió, a través de Amorim, que propiciaba la integración de Venezuela al MERCOSUR y volvió a repetir, con respecto a sanciones contra Irán que “con presión no se negocia”.
Otras cuestiones
El próximo 30 de marzo se cumplirá el 68 aniversario de
Por este Colegio y en el marco de
Sin embargo, el 3 de marzo del pasado año se consumó el Consejo Sudamericano de Defensa ( CSD), impulsado por Brasil desde el 2006, y planteado en el marco de
Allí, en un momento político signado por la agresión de Colombia a Ecuador con auspicio y soporte técnico de los EE.UU., Brasil expuso la conformación del ente que aglutinaría a todos los ejércitos del subcontinente.
Y planteó, como doctrina de aquel: “a) La construcción de una institucionalidad de defensa; b) Definir críticamente frente al esquema panamericano de Estados Unidos la necesidad de una nueva doctrina de defensa colectiva” y colocar “al servicio de los intereses de la nueva concepción de defensa” a las políticas de “integración” industrial vinculadas con ella.
Dicho en otras palabras: terminar con
Todo lo expuesto hasta aquí signó a Brasil como “adversario” de los EE.UU. y sus socios.
Propuesto como “subimperialismo” a su servicio en los 60 y 70; apostando a la alianza Brasil- Argentina en el marco de las dictaduras setentistas para llevar adelante la política del imperio en la región, los norteamericanos no conciben hoy un Brasil independiente en su política exterior, al que por un lado le chupan las medias y por otro quieren sacar de competencia, terminando con Lula y evitando que su sucesora, Dilma Rousseff, tome la posta.
Brasil ya ha recogido el guante. La última estocada de EE.UU., referida a la violación de los derechos humanos en ese país, mereció una decidida réplica oficial. De la misma manera replicaron dignamente Venezuela y Cuba ante presuntas “certificaciones” de EE.UU. y
Entretanto, Brasil se apresta a sancionar a EE.UU. por subsidiar a sus productores algodoneros, según resolución de
Opinadotes
El mismo día en que Lula se dirigía a Cuba luego de Cancún, paniaguados escribidores al servicio de EE.UU. y sus socios del Oriente Medio y Europa comenzaron su tarea demoledora.
“Por ambiciones nucleares Brasil se está acercando a Irán porque tal vez Brasil quiera desarrollar armas nucleares”- caviló el sesudo Andrés Oppenheimer en una columna de
Sin irle en zaga, el proto europeo escribidor Alvaro Vargas Llosa, condenó, en el mismo diario y el 13 de marzo, “ la desverguenza (de Lula) de lucirse, risueño y cómplice, con los asesinos virtuales (Raúl y Fidel) de un disidente democrático (Zapata Tamayo)”.
Y acotó mas adelante, sangrando por la herida: “..cuando se trata del exterior el presidente Lula se desviste de los atuendos democráticos y se abraza con el comandante Chávez, con el comandante Ortega, es decir, con la hez de América Latina, y no tiene el menor escrúpulo de abrir las puertas diplomáticas y económicas de Brasil a la satrapía teocrática integrista de Irán”, preguntándose seguidamente si Lula no era “un politicastro sin espina dorsal cívica y moral”.
Sin embargo, Lula ha visitado Medio Oriente y ha dicho: el muro debe caer.
“Siento una profunda emoción por ser el primer Presidente brasileño en pisar suelo palestino. En Brasil, cuando pensamos en Ramallah, Gaza y Cisjordania, evocamos a la gente audaz y valiente que lucha por su dignidad, libertad y democracia.
La autodeterminación de los palestinos es una causa cercana al corazón de los brasileños"- ha dicho a los que sufren la ocupación de sus tierras.
También se opuso a la construcción de viviendas por Israel en Jerusalén Oriental y allí dijo, aunque la camarilla fascista gobernante lo ignorara, que se deben respetar los derechos palestinos, cesar las masacres y repartir la tierra entre dos pueblos milenarios.
ORGANIZACION DE SOLIDARIDAD DE LOS PUEBLOS DE AFRICA, ASIA Y AMERICA LATINA
IRAK, SIETE AÑOS DE OCUPACIÓN Y CRIMEN
Después de la campaña de mentiras y terror mediático más grande e intensa de la historia, el gobierno de George W. Bush, integrado por una elite de delincuentes, ideólogos neoconservadores y sionistas, lanzó hace siete años una guerra criminal contra Iraq, cuyo saldo exacto de muertos dentro de la población de ese país es incalculable, pero que todos coinciden en que alcanza cifras de cientos de miles.
El 16 de marzo del 2003 se reunieron en las Islas Azores los “Tres Jinetes del Apocalipsis”, George W. Bush, Tony Blair y José Ma. Aznar, para coordinar los últimos pasos del plan que habían acordado dos años antes y fijar la hora del inicio de los ataques.
La agresión se consumó cuatro días después pasando por encima del Consejo de Seguridad de
Irak había pasado a ser un objetivo muy importante en las ambiciones hegemónicas imperialistas: poseía las segundas reservas de petróleo y gas a nivel internacional, y el control de su posición geográfica en el centro del Medio Oriente facilitaría promover cambios en países que se oponían a los intereses de Estados Unidos e Israel.
Golpear las tendencias nacionalistas árabes era esencial para derrotar las aspiraciones palestinas a recuperar sus legítimos derechos y obligar a los países de la región a aceptar a Israel y normalizar las relaciones con el estado judío.
Ahora, siete años después del inicio de la criminal guerra, se puede establecer que Estados Unidos y sus aliados han fracasado en la consecución de sus objetivos.
Sin embargo, han provocado una inmensa destrucción del país y ante la imposibilidad de controlarlo, han promovido luchas sectarias y confrontaciones internas que serán difíciles de superar a corto o mediano plazo.
Las elecciones realizadas en días recientes para elegir un nuevo parlamento y designar el nuevo gobierno, que la propaganda ha tratado de presentar como un ejercicio democrático, tiene poca credibilidad y ninguna validez en un país ocupado por cerca de cien mil soldados estadounidenses y decenas de miles de mercenarios llamados ahora “contratistas”.
Es necesario continuar la movilización para exigir el fin de la ocupación militar de Iraq y permitir que su pueblo pueda dedicarse en paz a la reconstrucción y a sanar las profundas heridas sufridas por la agresión y la injerencia extranjera.
La solidaridad con la resistencia y el apoyo a los patriotas iraquíes es un deber de todas las fuerzas progresistas y amantes de la paz en el mundo.
IRAQ, SEVEN YEARS OF OCCUPATION AND CRIME
Seven years ago, following the greatest and most intensive campaign of lies and media terror in history, the George W. Bush administration, formed by a clique of delinquents, neo-conservative ideologists and Zionists, launched a criminal war against Iraq whose exact balance of deadly victims among its population is incalculable, but which all agree reaches hundreds of thousands.
On March 16, 2003, “The Three Horsemen of the Apocalypse”—George W. Bush, Tony Blair and José María Aznar—met in the Azores Islands to coordinate the last steps of the plan they had agreed upon two years earlier and fix the time to start the attacks.
The aggression was accomplished four days later, passing over the UN Security Council where, in spite of the huge pressure exerted they had not succeeded in “legalizing the crime”.
Iraq had become a very important target in the imperialist hegemonic ambitions: it had the second largest oil and gas reserves in the world, and the control of its geographical position in the heart of the Middle East would facilitate the promotion of changes in countries opposed to the interests of the United States and Israel.
To strike the Arab nationalist trends was essential to defeat the Palestinian expectations to recover their legitimate rights and oblige the countries in the region to accept Israel and restore to normal the relations with the Jewish state.
Now, seven years after the beginning of the criminal war, it may be established that the United States and their allies have failed in achieving their purposes.
However, they have caused huge destruction in the country and, failing to control it, have promoted sectarian struggles and internal clashes that will be hard to overcome in the short or middle term.
The elections of a new parliament carried out in recent days and the appointment of the new government, which the propaganda has tried to present as a democratic process, has little credibility and no validity in a country occupied by nearly 100,000 U.S. soldiers and tens of thousands of mercenaries, now called “contractors”.
It is necessary to continue the mobilization to demand the end of Iraq’s military occupation, and allow its people to dedicate itself peacefully to the reconstruction and to heal the deep wounds caused by the foreign aggression and meddling.
Solidarity with the resistance and support to the Iraqi patriots are duties of all progressive and peace-loving forces in the world.