UN MONSTRUO GRANDE QUE PISA FUERTE

Por Jorge Luis Ubertalli

La instalación de un escudo antimisilístico en Polonia en el marco de una panfernalia bélica, en consonancia con Israel, dirigida a Irán, son la punta del iceberg guerrerista que EE.UU. erige en el contexto del enfriamiento de su economía y la del mundo capitalista. También ante un mundo cada vez mas atribulado, el país del norte de América bate tambores de guerra contra Corea del Norte y reemprende su nunca descartada opción militar contra Indoaméricalatina, el enviar 46 buques de guerra y 7 mil marines a Costa Rica con la excusa de “combatir al narcotráfico”. El monstruo de la guerra pisa fuerte, dejando traslucir multimillonarios negocios armamentísticos y energéticos en juego.

Mientras el pueblo iraní recordaba a principios de este mes el 22 aniversario de la masacre de 290 pasajeros, entre ellos 70 niños, del airbus comercial A300, derribado en 1988 por dos misiles SM-2MR tierra-aire lanzados desde el crucero norteamericano Vincennes, la preparación psicológica para la agresión contra el país persa atiborraba los medios de información occidentales. “Confundida” con un cazabombardero F-14 por los norteamericanos, la aeronave iraní del vuelo 655 que se desplazaba rumbo a Dubai aquel no tan lejano día de julio fue hecha estallar en el aire. Nadie compensó los daños ni hubo disculpa alguna hasta hoy. A la potencia homicida y sus aliados no les preocuparon ni les preocupan esas 290 vidas ni las 71.290.000 que pueblan Irán, pasibles de ser borradas del mapa si las circunstancias lo permiten. Pero lo que sí le quita el sueño a las ententes “civilizatorias” capitalistas son las reservas de 137.620 millones de barriles de crudo y los 29.610 billones de pies cúbicos de gas que descansan en las entrañas del subsuelo iraní. Por ellos van unos y otros, aunque sean diferentes los argumentos, los motivos y las estrategias a seguir para liquidar al gobierno iraní y poner en su lugar a un títere cercano a sus intereses.

La famosa “cuestión nuclear” de Irán y su supuesta perspectiva bélica atómica es la principal justificación que arrima brasas al fuego de la guerra contra ese país. A contrapelo de la oferta iraní-brasileño-turca tendiente a descomprimir tensiones en cuanto a ese tema, EE.UU., Europa y sus aliados sionistas han decidido recrudecer las presiones. Las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU a Irán de fines de junio se conjugan con el envío de naves de guerra norteamericanas e israelíes a la región. Y no sólo eso. El despliegue, anunciado en estos días, de un escudo antimisilístico norteamericano en Polonia para neutralizar los supuestos misiles de…Irán, se ha constituído, además de la detención en EE.UU. de supuestos espías rusos, en una nueva provocación a Rusia, en el marco de una visita a la región de la ubícua Hillary Clinton, auténtica enviada del diablo ante la cual hay que cruzar los dedos. A poco de su arribo poco tiempo atrás, valga el botón de muestra, al Lejano Oriente, EE.UU. y sus aliados regionales endilgaron a Corea del Norte el haber hundido, en marzo último, la corbeta sudcoreana Cheonan, lo que volvió a tensar las relaciones entre las dos Coreas, frustró las conversaciones de paz a seis bandas para desnuclearizar la península y dio motivo a sudcorea y EE.UU. para pedir sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU hacia Norcorea, avivando el fuego de la confrontación militar. Las acciones parabélicas, incluidas maniobras militares conjuntas de guerra nuclear de EE.UU. y sus aliados contra Corea del Norte son a China lo que la instalación del Escudo Antimisilístico en Polonia es a Rusia, aunque este último país, de acuerdo con las últimas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, se haya negado a venderle a Irán misiles defensivos tierra -aire S-300.

Aunque se peque de redundante, cabe decir que todos los buitres de la guerra y sus negocios derivados irán por Irán. Y es que si estalla aunque sea una pequeña confrontación en la zona, el precio del crudo se disparará de tal forma que todos aquellos que han adquirido acciones de compañías con el crudo a la baja – 73 a 80 u$s el barril-, se beneficiarán vendiéndolas a un precio que podría oscilar, según analistas, en mas de u$s 200 el barril. Sin embargo, establecer un bloqueo naval a Irán significaría confrontar con China, que suministra combustible refinado a este país y es uno de sus principales socios comerciales y financieros, amén que a Venezuela, quien también provee a Irán gasolina y a la par es fundamental proveedor de crudo a EE.UU.. Aunque algunos aventureros zonales pretendan iniciar ya mismo la guerra contra el país persa, parecería ser que los intereses en juego limitarían a EE.UU. y sus socios-competidores europeos a continuar con su compás de espera, mientras se anuncian indicios de conversaciones por parte del país sancionado y sus sancionadores del Consejo de Seguridad de la ONU- Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China- en torno al programa nuclear.

En cuanto al contexto relativo de reacomodamientos militares de los EE.UU. en el orbe, se vislumbra un avance en términos absolutos de su política parabellum para con Nuestra América. Al golpe en Honduras, al aumento de las bases militares en Colombia y Panamá en el marco de la recreación de sus Fuerzas Especiales o de guerra sucia, a las campañas para debilitar al socialismo cubano, a los desplantes del chileno Piñera a Bolivia sobre la salida al mar que se venía negociando con Bachelet, a las aventuras magnicidas frustradas contra el presidente bolivariano Hugo Chávez Frias por parte del salvadoreño Francisco Chávez Abarca, compinche del terrorista cubano-americano y agente CIA Luis Posada Carriles, quien fuera detenido hace pocos días en el aeropuerto venezolano de Marqueitia con pasaporte falso por la inteligencia venezolana, se suman los 46 buques de guerra y 7 mil marines que, con la excusa de “combatir al narcotráfico”, arribarán a Costa Rica y permanecerán allí hasta el 31 de diciembre. Aunque un convenio bilateral firmado hace diez años por el país anfitrión y EE.UU. permitía ingresar guardacostas norteamericanos a Costa Rica, “nunca se mencionó tropas militares y equipo naval”- declaró el legislador del Frente Amplio (FA) costarricense, José María Villalta, quien cuestionó en minoría, junto a 7 legisladores de la oposición, el ingreso ilegal de material bélico y soldados yanquis a su país. Los buques extranjeros, capaces de transportar 200 helicópteros y aviones de guerra y los efectivos militares, “tendrán libertad plena para efectuar las actividades necesarias para el cumplimiento de su misión”- sostuvo Villalta. O sea, serán intocables.

Nicaragua, El Salvador y los demás países de la región pueden estar tranquilos, el Gran Hermano vigila. E intervendrá cuando le parezca.

Es un monstruo grande y pisa fuerte, el de la guerra. Tiene nombre y asiento permanente. Y se aprovecha de la pobre inocencia de la gente.

Siempre y cuando aquella, en cuanto al combate por su vida y su dignidad, sea indiferente.