En estos caminos electrónicos viaja la rebeldía
que sueña y sueña ...
Y cuando el sueño es de muchos y se sueña juntos... es REALIDAD.
fragmento: declaración de principios de ALIA*

sábado, agosto 15, 2009

Palabras de la Presidente de La Nacion Cristina Fernández

foto arch. ALIA
corriente politica 17 de agosto
Lanzamiento del Plan Ingreso Social con Trabajo

Muy buenos días a todos y a todas. Señor Presidente provisional del Senado; señor Secretario General de la CGT; señores intendentes; legisladores; legisladoras, intendentas; cooperativistas que hoy nos acompañan: hoy lanzamos este plan para abordar, como decía el premio Nobel Amartya Sen, el problema de la pobreza desde el primer puente estratégico que es generar y estimular las oportunidades genuinas de empleo, porque estamos convencidos, absolutamente, de que el trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza. (Aplausos).

Este Plan de Ingreso Social con Trabajo, que en una primera etapa va a asignársele la suma de 1.500 millones de pesos para generar 100.000 nuevos puestos de trabajo cooperativistas, tendrá por objeto y por sujeto, barrios, villas, comunidades, aglomerados urbanos de alta vulnerabilidad social. Y la primera intervención se producirá en la provincia de Buenos Aires, en el conurbano bonaerense. (Aplausos).

La idea es luego abrir nuevas etapas en distintas zonas geográficas del país que también tengan esta densidad de vulnerabilidad social. ¿Qué significa esto fundamentalmente? Significa un abordaje diferente a los planes que normalmente con asistencialismo se han desarrollado en nuestro país, tiende no solamente a que la gente tenga trabajo sino que además se organice socialmente, algo característico del movimiento cooperativo. Porque estas cooperativas que agruparán a 60, 50, 70 personas, y que abordarán tareas de trabajo que van desde el trabajo comunitario, pasando por la construcción de pavimento, de cordón cuneta, de desagüe, de agua potable, de viviendas, de reparación de escuelas, de centros comunitarios, de colegios, de viviendas, tienen por objeto precisamente eso: organizar a aquéllos que todavía no han conseguido trabajo en torno a este objetivo.

Por lo tanto no será solamente el cooperativista o el trabajador el que abordemos, será también su familia, y lo será no solamente desde la perspectiva del Ministerio de Desarrollo Social y la cooperativa, sino también de la complementación del Ministerio de Educación, del Ministerio de Trabajo para capacitación laboral, y del Ministerio de Salud por lo que hace a la cuestión sanitaria. Todo esto auditado por la Universidad Nacional Tecnológica, que ya ha trabajado con nosotros, porque dicen que el hombre es bueno pero que cuando se lo monitorea y se lo vigila es mejor, y creo que tenemos la obligación además de otorgar un nivel de transparencia que no ponga en duda los objetivos, y fundamentalmente lo que es más importante, los resultados del plan. Esta transparencia también se va dar a través de que cada uno de estos trabajadores va a ser un monotributista que tendrá tarjeta y nadie le entregará el dinero, sino que él personalmente irá a cobrarlo a una entidad crediticia, de modo tal de evitar rehenes de cualquier naturaleza. (Aplausos)

También está claro, y hay que decirlo, que esto no significa que vaya a quitar trabajo a los que ya lo tienen, esto no es para trabajadores que ya tienen trabajo en los municipios, esto no es para trabajadores que ya tienen trabajo en empresas contratistas que están desarrollando obra pública; esto está destinado fundamentalmente a los desocupados, a los que todavía no tienen trabajo.

Por eso es muy importante señalar estas características, pero esencialmente la necesidad que tenemos de organizarnos socialmente para combatir la pobreza. La pobreza no es un fenómeno individual, es algo social y requiere la organización de toda la sociedad en torno a esto.

Ha habido y habrá siempre una discusión, pero en los últimos días ha habido una discusión acerca de números de la pobreza y de efectividad o no de las políticas que hemos abordado. Ustedes saben que siempre hemos concebido que es un plan de país, un proyecto de país, de industrialización, de valor agregado, de generación de trabajo, de empresas, el mejor combate contra la pobreza y lo hemos demostrado con los resultados de un país recibido con un cuarto de su población en situación de desocupación que hoy está en una desocupación de menos de un dígito.

Pero también es cierto que es necesario abordar situaciones desde desarrollo social en materia directa en el mientras tanto, porque tantos años de tragedia social van creando lo que denominamos núcleos duros de pobreza, que no hay posibilidad de abordarlos desde el crecimiento de la política económica o de la actividad económica, sino que requieren un tratamiento integral y especial, pero no bajo la forma de te doy plata y no rendís cuentas, sino bajo la forma de organización social y que además, porque la idea es que a fin de año esta cooperativas con la con el monitoreo de la Universidad, del Instituto de Cooperativas y de otras universidades, puedan también demostrar que han tenido productividad y distribuir parte de su ganancia como hace cualquier cooperativa. Esto crea además en cada uno de estos hombres y mujeres que han estado dejados de la mano de Dios, la idea de solidaridad, la idea del trabajo integral, la idea de que es necesario el esfuerzo para tener productividad, que no tenemos el Estado para que te regale cosas, que las tenés que ganar vos igual. Lo que sí necesita el Estado es dar la oportunidad de que puedas demostrar tus valores. (Aplausos). Y creo sinceramente que esta forma de cooperativas que vamos a organizar junto a los municipios va a ser una forma diferente de abordar el problema.

Pero quiero comentarles algunas cosas porque hubo discusiones. ¿Qué hemos estado haciendo en estos años del 2003 a la fecha? Del año 2003 a la fecha el presupuesto del Ministerio que comanda esa señora que está sentada así, la doctora Alicia Kirchner, ha crecido en más del 800 por ciento. Nosotros recibimos en el año 2003 un presupuesto de 1.083 millones de pesos y hoy estamos en 10.200 millones de pesos al año en asignación para el combate contra la pobreza y la desigualdad; en estos años hemos asignado desde ese Ministerio 41.000 millones de pesos.

El Ministerio de Trabajo, desde los planes REPRO, que ustedes saben son los planes con los cuales se ayuda a pagar el salario a empresas que están en problemas, para que no despidan a sus trabajadores, ustedes saben que un telegrama de despido es el comienzo de un nuevo pobre, estamos con los programas REPRO impidiendo esto, más otros programas del Ministerio de Trabajo en materia social, ha asignado en estos años también 17.000 millones de pesos.

Si además sumamos los 2.600 millones de pesos que solamente en becas, libros y útiles escolares ha distribuido el Ministerio de ese otro señor que está allí, el licenciado Alberto Silioni, estamos que en estos años hemos asignado a asistencia social directa 61.531 millones de pesos. Es importante conocer estas cifras porque los argentinos deben saber a qué se asignan los recursos que pagan sus impuestos. ¿Y cómo podemos entender estas cifras globales? Para que tengan una idea, hay dos tipos de pensiones no contributivas: para personas con capacidades especiales y para las madres de más de siete hijos; de 176.000 pensiones contributivas que teníamos en el año 2003 hemos pasado a 810.000 pensiones no contributivas, por un total anual de 6.110 millones de pesos. No estoy hablando de los dos millones de jubilados que se incorporaron al ANSES por el plan moratoria, esos son otros 2 millones, esas son las personas que tenían aportes a medias, que no les habían hecho los aportes y que no habían podido jubilarse, y que por el plan de moratoria se incorporaron como jubilados o pensionados; no, esto es asistencia social directa. En el Plan Familias 659.000 personas que reciben al año 2.104 millones; y lo que queda del viejo Plan Jefes y Jefas, que son aproximadamente 432.000 personas y que reciben anualmente 770 millones aproximadamente. Esto, más los monotributistas sociales nos hacen la cifra final de estos 10.000 millones de pesos estamos asignando anualmente; hemos aumentado también la cifra de asignación por hijo que tenía el Plan Familias, lo hemos llevado a 45 pesos por hijo, y en el caso de las madres con más de siete hijos la asignación familiar por hijo es de 135 pesos por cada uno de sus siete hijos.

Es cierto, son números que si uno los mira fríamente en términos de lo que se le asigna a cada persona tal vez resulten insuficientes, pero de esta manera estamos llegando a dar una cobertura a casi 2 millones de personas. ¿Que hace falta más? Seguramente, por eso hoy estamos aquí presentando este programa y porque creemos que el trabajo es el objeto esencial para sacar a la gente de la pobreza.

También me gustaría hablar de un tema que se va a discutir en el Congreso, que se está discutiendo desde hace mucho tiempo, y que es el tema de cómo cubrimos a los menores de 18 años en el país, la famosa asignación universal por hijo de la que tanto se ha hablado. Quiero que abordemos este problema porque obviamente para pagar hay que tener fondos y saber cuál es el universo. Nosotros tenemos en el país 12.400.000 jóvenes menores de 18 años, de ellos 6 millones, o sea casi la mitad, están cubiertos porque sus padres son asalariados, tienen trabajo directo y tienen asignación familiar, o bien porque su padre gana más de $ 4.800 tienen obviamente cobertura. Del resto de los jóvenes, 3 millones y medio están con cobertura indirecta a partir de todos estos programas que yo he venido planteándoles, y que demandan los 10.200 millones de pesos que le asigna el Ministerio de asuntos sociales. Como les decía, las madres con más de 7 hijos y discapacitados tienen $ 135 pesos por hijo. Pero hay sin cobertura en el país, menores de 18 años, 2.868.713 jóvenes, 2.800.000, cifra redonda para que la gente pueda visualizarlo con mayor claridad. De esos jóvenes, 1.275.000 no tienen documento, están indocumentados. Por eso hace poco más de dos meses firmé el decreto de necesidad y urgencia número 90 por el cual en el marco del plan protección a los niños y niñas lanzamos juntamente con Desarrollo Social y con el Ministerio del Interior, el plan destinado a que tengan identidad todos los argentinos, pero especialmente nuestros niños de 1 a 18 años. (Aplausos).


Todavía hay otros que siguen sin identidad, y aquí la veo Estela Carlotto sentada en primera fila, pero eso ya no tiene que ver con la pobreza, tiene que ver con otra tragedia con la cual todavía los argentinos tenemos una deuda pendiente muy grande. Vamos a hablar de este 1.200.000 que hemos comenzado a identificar para que tengan documento en una tarea muy fuerte. Es un decreto de necesidad y urgencia -ya que se habla tanto de los decretos de necesidad y urgencia-porque precisamente había que evitar que se pagaran multas o que tuvieran castigos, o que fueran infractores quienes no habían inscrito sus hijos y además lo pudieran hacer gratuitamente, y nos permitieran al Ministerio del Interior y al Ministerio de Desarrollo Social, conjuntamente con Educación, hacer el trabajo de identificación.

Yo creo que la discusión que seguramente se dará en el Congreso en materia de ingreso universal para la niñez, con estos números que yo acabo de darles, nosotros tenemos hecho el ejercicio de lo que demandaría un ingreso universal por niño, sea un ingreso universal de $ 135 pesos, de $ 150 pesos, de 200 pesos o de $ 250 pesos. A los planes que ya mencioné de 10.200 millones de pesos y que significa que en algunos casos los chicos tengan 135 pesos cada uno de ellos por asignación, es el piso mínimo porque obviamente no se puede bajar de allí, hay otros que tienen menos, por ejemplo los del Plan Familias que tienen 45 pesos, eran de 20 pesos, este Gobierno los elevó a 45 pesos en un acto muy lindo que hicimos con las organizaciones sociales en los parques de Olivos, algunas de ustedes se deben acordar, y los llevamos a 45 pesos igual que para los monotributistas sociales.

Nosotros, el Congreso, independientemente de la discusión, si es más conveniente la asignación universal, si esto no precariza al trabajador, si no crea un mundo dividido, independientemente de la discusión lo primero que tenemos que saber antes de ponernos a discutir es qué recursos vamos a necesitar. Sería absurdo que finalmente todos nos pusiéramos de acuerdo y cuando vamos a ver cuánto hay que pagar no están los recursos. Creo que la primera discusión que tenemos que dar, más allá de quienes compartan políticas universales o prefieran políticas focalizadas, o tengan críticas para hacer a una u otra posición, es saber qué masa de recursos vamos a necesitar, además de las que ya estamos asignando, para poder hacer frente a la asignación. En el caso de que se decidieran $ 135, se necesitarían 6.900 millones de pesos anuales más por año. En el caso de que fueran 150 pesos, serían 8.080 millones de pesos más. En el caso de que se decidiera $ 200 de asignación familiar, estaríamos en el orden de los $ 11.800 millones más. Y en el supuesto de que se les diera $ 250 más, estaríamos en el orden de los 15.600 millones de pesos más. Esto manteniendo los 10.000 anteriores que son lo que se necesitaría para que efectivamente cada uno de los que están cubiertos por los programas sociales también pueda acceder a ese ingreso universal, porque hemos calculado la cantidad de hijos en Jefes y Jefas, el Plan Familias y los otros planes del Ministerio.

Entonces creo que es bueno dar todos los debates que nos merecemos los argentinos, darnos todos los debates, pero como administradora, como titular del Poder Ejecutivo, quien constitucionalmente tiene no sólo el poder sino el deber de administrar..., el administrar no es un poder, sobre todo en sociedades en donde por allí no se cuenta con los recursos que cuentan otras sociedades, pero ahora voy a hablar del otro problema de la pobreza, que es la inequidad social. Pero como tengo que administrar necesitamos, cuando decidamos asignar recursos, establecer estrictamente de dónde vamos a transferir recursos de un sector a otro. Esto es clave porque hace pocos días, hace exactamente 11 días, esta Presidenta, todos los argentinos, yo dando la orden, tuvimos que pagar $ 2.250 millones de dólares, porque tuvimos que pagar el Boden 12, que suena como una cosa rara pero cuando uno dice que el Boden 12 es para pagar el corralito uno entiende claramente de qué estamos hablando. 2.250 millones de dólares para pagar el corralito del año 2001, el que se pudo hacer porque sí había Poder Ejecutivo y ministros que sí tenían superpoderes y facultades especiales. Por eso se pudo hacer el corralito. (Aplausos)

Pero bueno, además seguir pagando nuestro sistema de jubilación que ahora tiene movilidad propuesta por este Ejecutivo y aprobada también por el Parlamento Argentino, y además seguir con todo lo que hace al funcionamiento del Estado en materia educativa, en materia de salud, en materia de infraestructura.

Por eso creo que va a ser una discusión más que interesante poder abordar esto. Y creo que hay algunos elementos, porque yo digo que el problema en la Argentina no es la pobreza, digo que el problema en la Argentina es la inequidad social, cómo se distribuye. (Aplausos) Siempre hablamos de los pobres, y como dice Alicia siempre se anda buscando hacer padrones de los pobres, alguna vez alguien deberá hacer un padrón de los ricos en la República Argentina (aplausos) para ver cuál es la brecha real entre los que más tienen y los que menos tienen. Alguien me dirá que el padrón está en la AFIP. Es cierto, de los que pagan los impuestos, de los que no los evaden, de los que no están en negro, de los que no utilizan maniobras financieras para evadir impuestos, ganancias y girar capitales al exterior, o sea que en realidad el padrón de la AFIP, con el perdón de su excelente administrador, el doctor Ricardo Echegaray, siempre, y todos lo sabemos, es un padrón muy limitado en este sentido. Y además obviamente es secreto, porque siempre nos exigen publicidad sobre los pobres y secreto sobre los ricos. ¿Ustedes observaron eso? (Aplausos) Es notable, todos quieren saber quiénes son los pobres pero está prohibido saber quiénes son los ricos, son cosas estructurales, de cultura, de matriz cultural en la Argentina, y no es casualidad además.

Por eso digo que es importante ver el tema de la inequidad social, porque junto a estas transferencias que acabo de mencionar hacia los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, el Estado Nacional también ha hecho otras transferencias a sectores de la producción, de la industria, del comercio, de los servicios, que hacen a un sistema tributario que ha transferido en estos cinco años 126.000 millones de pesos en materia de alícuotas quebradas, de exenciones fiscales, de promociones fiscales, cuestiones que como todos saben en materia tributaria es algo también a abordar por el Parlamento. Ustedes saben que si algo tiene vedado, no este Ejecutivo, desde Juan sin Tierra hasta aquí, es que los Ejecutivos aborden la cuestión tributaria. Pueden proponer pero en definitiva el que decide y el que asigna en materia de creación de tributos y de quién impone más y de quién impone menos es precisamente el Poder Legislativo.

Es cierto que también buena parte de esa incentivación fiscal sirve, por qué negarlo y por qué no decirlo, para que se invierta más o para que se generen puestos de trabajo, pero habrá que identificar claramente, desde todos los sectores, para poder abordar este problema de la asignación universal, qué nivel de exenciones y de eximiciones estamos teniendo hoy en la Argentina y de transferencias para ver desde dónde también pueden salir los recursos.

Ustedes saben también que en materia productiva, lo decía el otro día la licenciada Débora Giorgi, cuando alguien hasta la criticó pobre porque era muy larga la enumeración de todo lo que habíamos transferido a un sector productivo primario en la República Argentina, pero siempre es bueno saber dónde van los dineros públicos.

Entonces creo que en la Argentina hay pobres, pero el problema no es la pobreza, el problema es la inequidad social y la distribución del ingreso. Se puede decir, como se dijo alguna vez, que cuanta más actividad económica haya menos pobreza habrá. Es cierto parcialmente en el proceso que nosotros hemos desarrollado desde el año 2003 a la fecha, un proyecto de valor agregado, de generación de puestos de trabajo; es cierto, se ha generado mucho trabajo, se ha generado inversión, ha habido crecimiento de la economía, ha habido una disminución importante de la pobreza que recibimos de un país con un 60 por ciento y que no vamos a discutir si es 20, si es 15 o si es 30, porque esto de ponerse discutir sobre conteo de pobres me parece casi una falta de respeto hacia los sectores más vulnerables, (aplausos) pero creo sinceramente que la preocupación por la pobreza y por la inequidad no puede ser espasmódica, y además debe ser consistente y coherente, debemos preocuparnos entonces por identificar cómo podemos achicar la inequidad social en la Argentina para no caer en la lógica de terminar subsidiando a los que tienen para no subsidiar a los que no tienen, que es la lógica de los países desarrollados.

Para finalizar, siempre se dijo, y estaba en eso cuándo interrumpí con una digresión como acostumbro, hablando del tema del crecimiento de la actividad económica. Esto se llamó teoría del derrame en los años 90, se nos decía que iba a derramar y que finalmente iba a llegar a todos. Esto fue con el modelo de servicios, el uno a uno que generó el 25 por ciento de desocupación en la Argentina, la desnacionalización de importantes sectores productivos estratégicos en la economía de nuestro país y de cualquier otro país del mundo, transferencia de los servicios básicos, desde electricidad, desde energía, etcétera. Pero también es cierto que aún con un modelo de creación de trabajo, de generación de empleo e industria, necesitamos políticas más profundas aún en materia de inequidad social. Y esta es la idea que tenemos que discutir y debatir creo en la República Argentina si realmente queremos acabar o por lo menos disminuir el flagelo de la pobreza. He dicho en reiteradas oportunidades que no se trata de contar cuántos quedan, mientras haya uno solo no estaremos en un país justo y digno, mientras haya un solo pobre en la Argentina.

Por eso digo que es un debate que debemos darnos los argentinos en los ámbitos que corresponda, y fundamentalmente hacerlo desde esta seriedad y desde esta responsabilidad, que no significa, como dicen algunos, sacarles a los ricos para darle los pobres, simplificando una fórmula para estigmatizar la verdadera discusión que se da en todos los países. No es casualidad, los que han tenido oportunidad de recorrer el mundo han podido ver el nivel de Canadá, de Suecia, de Noruega, es la brecha más chica entre pobres y ricos. Esto no es un problema de la Argentina, porque en el marco de la región de América Latina, de América del Sur, nuestro país tiene uno de los mejores índices, si no es el mejor en materia de equidad, pero lo cierto es que América Latina es el continente más inequitativo. Y ahí, en la inequidad social, está la verdadera raíz y la verdadera fábrica de pobres, en la inequidad social. (Aplausos).

Por eso creo que parte del diálogo social, del diálogo institucional, del diálogo político, del diálogo entre sectores sociales, empresariales, políticos, tiene que estar abordado desde esta seriedad. Todos lo sabemos, se necesitan recursos, la clave es identificarlos. Yo tengo la experiencia -y muchos de ustedes- de allá por los años 90 cuando se decía que se iba a sacar dinero de aquí y de allá y que se iba a solucionar todo, veo inclusive algunos hombres o mujeres que integraron parte de ese espacio político que luego devino en lo que pasó en el 2001. No es hora de recuerdos pero sí es hora de ejercicios inteligentes de memoria para no volver a equivocarse. Creo que todo los argentinos nos merecemos con mucha seriedad y con mucha responsabilidad una discusión de este tono. Y hoy el aporte concreto que estamos haciendo para profundizar las políticas que como ustedes vieron a partir de la asignación de recursos venimos haciendo, es precisamente incorporar el concepto de ingreso social por trabajo, cooperativizado, para organizar a la gente, para llegar en materia de salud, de educación, de capacitación laboral, no sólo al que va a trabajar si no a su núcleo familiar. Porque una de las consecuencias más terribles que ha tenido la falta de trabajo durante mucho tiempo, de chicos que no han visto trabajar nunca a sus padres, que no los han visto cumplir horarios y obligaciones, ha sido precisamente la deshumanización y la desorganización, en verdaderos términos de desorganización social, que esto trae aparejado.

Por eso, con la misma esperanza, con la misma ilusión, con la misma convicción de siempre, pero con las mismas acciones, porque está bien tener convicciones, es muy lindo tener sueños e ilusiones y esperanzas, pero lo más lindo es poder hacer las acciones con que esos sueños y esas ilusiones se puedan llevar adelante, hoy estamos presentando este proyecto. Que lo queremos auditado, que lo queremos organizado, que lo queremos cooperativizado, que lo queremos absolutamente transparente para que podamos seguir profundizando este proceso que desde el año 2003, con sus errores, sus carencias, sus miserias si quieren, que todos las tenemos, ha contribuido a mejorar no solamente la calidad de vida de todos los argentinos, sino a tener un país que es escuchado en el mundo, que es mirado, y además hacer todo esto en el marco, no nos olvidemos porque por momentos pareciera que no pasara nada en el mundo, que todo pasara aquí en la República Argentina; todo esto lo hemos hecho y lo seguimos manteniendo durante el año 2008 y esto que ocurre aquí en el 2009, en un mundo que literalmente se ha desmoronado. Gente que viaja al exterior me cuenta escenas que no se ven por televisión, por los noticieros de esos países, pero que existen. El otro día el CEO de Siemens, que vino a la Argentina para renunciar a los derechos a demandamos en el CIADI, le comentaba al ministro Randazzo que no había visto casi ningún país que tuviera la situación de la Argentina como había visto a la Argentina en el marco de esta crisis internacional sin precedentes.

Por eso creo que tenemos que aunarnos mucho los argentinos, con nuestras diferencias, nuestros matices, nuestras experiencias históricas y nuestras ideas, pero aunarnos mucho en encontrar soluciones a los problemas, y los problemas, en este caso de recursos, se solucionan también con recursos, con ideas y con la decisión de a quiénes vamos a representar.

Para terminar quiero decir algo que me contaba el doctor Zannini, que anoche tuvo tiempo, suertudo él, se fue a las 9 de la noche, yo me fui más tarde; fue a ver una obra que se llama La Tentación, de Pacho O'Donnel, que narra la vida de don Manuel Dorrego, ese gran patriota bonaerense que fue fusilado. Ustedes dirán por qué lo habrán fusilado, para los que no conozca la historia. Muy simple, porque entre el pueblo y los poderes interiores y exteriores que lo tentaban, por eso la obra se llama La Tentación, el optó por el pueblo. Y obviamente lo fusilaron. Bueno, tranquilos porque yo no creo... (Aplausos) Esto es parte de la historia del siglo XIX y también del siglo XX, no la del siglo XXI. Tal vez ya no se repitan esos fusilamientos, o tal vez haya surgido otro tipo de fusilamientos, tal vez mediáticos, ¿no? (Aplausos) Pero bueno, son los riesgos de elegir en dónde estar, y les puedo asegurar que milito desde muy joven y no me voy a arrepentir nunca de los lugares en donde estuve porque siempre estuve donde había que defender y representar al pueblo.

Muchas gracias y muy buenos días."

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